Me duele ver el dinero que se gasta la gente comprando cremas, cuando al mirar los ingredientes ves que esa crema milagro que promete la eterna juventud, no es mucho mejor que una que puedes encontrar por 10€ en el supermercado.

Las marcas y la publicidad se aprovechan de que no sabemos «leer» lo que de verdad lleva un producto y nos venden promesas. Sin tener ser expertos en química, podemos aprender unos cuantos trucos para saber lo que estamos comprando y si merece la pena gastar en esa crema cara o no.

Si me gusta la cosmética y los productos coreanos es porque en el mercado de ese país los consumidores están bien informados. Saben lo que compran y exigen a las marcas productos con calidad y un precio justo y acorde. Cuanto mejor informados estemos como consumidores, mejores productos tendrán que ofrecernos las marcas si quieren que los compremos. Porque tener una piel bonita y cuidarse con buenos productos está al alcance de todos los bolsillos.

Ignora las promesas de marketing

Cuando vayas a comprar una crema, un serum, tónico… no leas las promesas que hacen las marcas. Olvídate de si dicen que una crema es antiedad, antiarrugas, para pieles grasas o secas.

Si tienes claro que tipo de piel tienes (aquí puedes ver cómo saberlo), y los puntos que quieres atacar, sabrás que ingredientes son los que te interesan (en este post te explico cuales son para cada problema de la piel). Por ejemplo, si buscas hidratar la piel te interesa que el producto contenga ácido hialurónico o glicerina. Si lo que quieres es cuidar una piel sensible e irritada o con rojeces, la centella asiática o madecasoide es tu aliada, al igual que las ceramidas para reforzar la barrera de la piel y hacerla más resistente.

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En cuanto a cremas para pieles grasas o secas influyen, no sólo los ingredientes que contienen las cremas, sino también cómo aplicas los productos y la textura que tienen. Una piel grasa se hidrata mejor con varias capas de productos ligeros pero eficaces, que con un sola de una crema densa. Aquí tienes información del mejor método para hidratar bien una piel.

En cuanto a la textura, de forma general las pieles grasas prefieren texturas de gel ligeras, mientras que las secas agradecen las más densas. Pero no sólo influye tu tipo de piel, sino también la estación del año, el clima que hace donde vives o tus preferencias.

Ingredientes efectivos e ingredientes milagro

Cuando miro los ingredientes de una crema, busco aquellos que sé que funcionan de verdad. En el fondo no hay tantos que tengan eficacia demostrada. Y cuando hablo de demostrada me refiero a que haya suficientes estudios clínicos que prueben que realmente hacen lo que dicen, que estos estudios estén hechos en laboratorios independientes, y no pagados por las marcas comerciales.

Ingredientes como el ácido hialurónico, la glicerina, la vitamina C, la vitamina A (o retinol y sus derivados), la niacinamida o vitamina B3, los ácidos AHA y BHA (glicólico, láctico, salicílico…), las ceramidas, los diferentes tipos de péptidos… son sólo algunos ejemplos de ingredientes realmente eficaces. por cierto, estos ingredientes suelen ser muy baratos de producir, y no tendrían que encarecer un producto.

Luego tenemos la gama de aquellos que son también muy eficaces por los componentes que tienen. Se trata de extractos que en su composición llevan cantidades importantes de algunos de los ingredientes anteriores. Un claro ejemplo es la baba de caracol, que está formada por elastina, proteínas, péptidos de cobre, ácido hialurónico y glicólico, entre otros componentes. Y estos son los que la hacen tan eficaz hidratando y reparando los daños de la piel. En la review de mi crema favorita, que lleva un 80% de baba de caracol, te explico esto.

Y luego están los que yo llamo ingredientes milagro, que pueden sonar estupendamente en la publicidad de una crema, pero que no van a hacer nada por tu piel, sólo son una excusa para subir el precio. Algunos ejemplos son el oro, el caviar, el polvo de diamante o el tan de moda últimamente colágeno, que aplicado en la piel no hace nada (aunque podemos ayudar a nuestra piel a producirlo, por ejemplo, con la vitamina c). Son sólo modas, no se están descubriendo nuevos ingredientes milagro cada día ni mucho menos.

Pero los que más me molesta ver en la composición son los que llevan «nombres inventados». Con la excusa de una supuesta innovación les ponen nombres comerciales a una combinación de varios de los ingredientes ya conocidos, de forma que parece que llevan algo que nadie más tiene, cuando no es cierto.

Cómo entender el INCI o lista de ingredientes

Estamos acostumbrados a leer las listas de ingredientes de los alimentos que compramos, pero parece que para hacer lo mismo con una crema hay que ser químico. La verdad es que no nos lo ponen fácil, pero hay algunos trucos que nos pueden simplificar mucho a la hora de saber que compramos.

Estas son las reglas que debe cumplir cualquier producto:

  • Incluir la lista de ingredientes INCI. A veces veremos una lista de ingredientes comercial, en la que resaltan aquellos que más interesan a la marca. Pero, aunque tengan esta lista, por ley deben incluir también la oficial del INCI.
  • Los nombres de los ingredientes en el INCI deben ser los oficiales. Hay un listado internacional en el que se recogen todos los nombres que pueden aparecer, y que suelen estar en latín. Aquí puedes consultarlo y ver, además, cual es la función reconocida de cada uno de ellos.
  • El orden en el que aparecen los ingredientes es muy importante. Obligatoriamente se listan de mayor cantidad presente en el producto a menor, pero tiene un pequeño truco. Todos los ingredientes que estén en un porcentaje inferior al 1% no tienen que ordenarse. Van al final de la lista mezclados.

Con estas normas, y sobre todo el tema del orden de los ingredientes, es fácil saber que lleva de verdad nuestra crema. Por norma general, los ingredientes que de verdad importan son los primeros 8 o 10 de la lista, aunque hay algunas excepciones. Así que, si una crema se publicita llevando, por ejemplo, ácido hialurónico, y lo encuentras en uno de los últimos lugares de la lista, es lo mismo que si no lo llevase.

Aunque lo que más me gusta es ver el % real de los ingredientes principales. La mayoría de marcas no lo ponen, aunque algunas empiezan a hacerlo.

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En el caso de productos con muchos extractos naturales, si los veo al final, pero los primeros ingredientes no son demasiados, ni están todos de relleno, entonces si considero que es un buen producto.

Y al leer la lista de ingredientes hay que tener claro también que queremos que haga ese producto. Un ejemplo claro es una de las últimas reviews que he publicado, la de Belif Aqua Bomb. La uso como último paso de mi rutina y lo que quiero es que me ayude a retener la hidratación en la piel, por lo que el ver siliconas para mi es una buena señal.

No sólo los ingredientes hacen un producto

También es muy importante la formulación. Hay ingredientes activos que funcionan mucho mejor cuando van acompañados de otros, o que los hacen más estables. El ejemplo más claro es la Vitamina C. Por sí sola se sabe que tiene unos beneficios increíbles para la piel, pero es muy inestable. Sin embargo, cuando se acompaña de ácido ferúlico y de vitamina E, no sólo se vuelve más estable, sino que potencia su efecto.

Y la formulación no sólo es importante para hacer más eficaz un producto, sino también para hacerla más cosmética, es decir, más agradable de usar. Es importante que nos guste usar ese producto, ya que el que mayor efecto nos va a hacer es el que usemos.

Para mi el mejor ejemplo es el protector solar. El mejor es el que nos ponemos. Pero las fórmulas tradicionales que solemos usar en la playa, y que al ser densas duran muy bien durante unas horas, no son las más cómodas para usar a diario en la ciudad, debajo del maquillaje. Por eso es importante elegir productos que nos gusten, y en el caso de los protectores, para mi los mejores son los japoneses, y en concreto mi favorito es el de Shiseido (aquí lo tienes en Amazon).

Una buena formulación puede encarecer el producto, y es el motivo principal por el que considero que merece la pena gastar algo más en una crema, tónico o similar, pero siempre teniendo en cuenta que contiene los ingredientes que realmente me van a hacer el efecto que busco.

Que ingredientes NO nos interesa que estén en un producto

Hay que tener claro que ninguna crema va a contener un ingrediente dañino o tóxico para la piel. Esto está muy regulado en todos los países. Pero si puede tener alguno que te genere reacción o que no sea adecuado para tu piel. Si lo tienes identificado, es obvio que no deberías comprar productos que los incluyan. 

Pero por regla general debemos evitar todo aquello que no nos aporte nada, como son los perfumes o fragancias. Tenemos la costumbre de oler las cremas y buscar aquellas que nos resultan más agradables, pero las fragancias que añaden para ello no sólo no hacen nada por nuestra piel, sino que pueden ser irritantes.

Pero no confundas olor con fragancia artificial. Algunos productos llevan extractos naturales e ingredientes que les dan un olor característico, en ocasiones mejor o peor.

Otro tipo de ingredientes a vigilar son los alcoholes, aunque no conviene generalizar, ya que algunos son muy beneficiosos para la piel. Aquí te explico en detalle cuáles son los alcoholes buenos y cuales los no tan recomendables.

Siliconas y parabenos son otros ingredientes que tienen mala fama pero que no son malos para nuestra piel. Las siliconas nos ayudan a crear una película sobre la piel que retiene la humedad que le proporcionamos, por lo que son importantes para tener una piel sana e hidratada. Además, mejoran la sensación que nos deja una piel en la cara.

Los parabenos son conservantes. Con la moda de la cosmética natural nos han hecho creer que un producto no debe llevar este tipo de conservantes, pero son imprescindibles. Una crema sin conservantes dura abierta unos días, y rápidamente empiezan a crecer microorganismos y bacterias que nos pueden provocar graves reacciones en la piel. Se pueden usar otros conservantes diferentes de los parabenos, pero sus efectos no están tan testados como estos, por lo que pueden ser más dañinos. No se ha demostrado que sean cancerígenos, es todo un mito, y los efectos adversos que se le atribuyen sólo ocurren cuando se usan en concentraciones muy altas, que nunca tendremos en una crema.

Cosmética para niños y hombres

En general se trata de otro truco de marketing. Los productos para la piel debes elegirlos en base a tu tipo de piel, no a si eres hombre o mujer, a tu raza, al color de tu piel o a tu edad. Una persona de 50 años puede tener problemas de acné y necesitar los mismos ingredientes que un adolescente. O una chica de 30 años puede tener arrugas marcadas y problemas de manchas. Elige siempre en función de tu tipo de piel y problemas.

En el tema de los cosméticos para niños es algo más especial. Hay ciertos ingredientes que pueden resultar agresivos para pieles sensibles, y los niños suelen tener la piel sensible. Pero esto mismo le puede pasar a un adulto.

Las cremas formuladas para ellos suelen evitar estos ingredientes más «problemáticos» aunque nos podemos llevar sorpresas al ver algunas listas INCI. Pero podemos usar con ellos cosméticos normales si sabemos que ingredientes evitar o buscar, y si tenemos en cuenta que las texturas son importantes en los niños. Por ejemplo, con los protectores solares, en los que un formato en spray va a ser más fácil de aplicar que una crema muy densa.

Cómo saber si un ingrediente puede irritarnos

Buscar información de cada ingrediente de una crema es una locura. Y, por fortuna, hay una web que nos puede ayudar con esto. Se trata de CosDNA, una web coreana, pero que también tenemos en inglés.

En ella podemos buscar un producto y ver la lista de ingredientes que tiene. Pero lo mejor es la clasificación que hace de cada ingrediente, informando de su función principal, de la probabilidad de que nos irrite si tenemos la piel muy sensible, y la seguridad de ese ingrediente entre otros.

Cuando consulto un producto me gusta fijarme sobre todo en la función de los ingredientes que están en mayor concentración. A veces vemos ingredientes con nombres muy químicos y pensamos que son malos o innecesarios, pero están en la fórmula para mejorar la consistencia o textura. O vemos que los ingredientes más deseables y activos están al final, por lo que su presencia en la crema es casi nula.

Veréis que también se incluye una categorización de la seguridad de un ingrediente. Este dato no me gusta nada, ya que un ingrediente no es más o menos seguro pre se, sino que depende de la cantidad presente en el producto y la función que realiza.

Esta imagen es un ejemplo de los ingredientes de un protector solar, y podemos ver además el filtro solar que incluye de todos los que hay en el mercado. Por cierto, para ser un protector solar los ingredientes que incluyen son muy buenos y vemos que han tenido cuidado de que no reseque como hacen muchos.

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La próxima vez que vayas a una tienda, mira la lista de ingredientes. La entenderás un poco más y poco a poco sabrás qué es lo que estás comprando. No dejemos que las marcas se aprovechen de nuestro desconocimiento, porque un consumidor bien informado es un consumidor más poderoso.