Nunca he tenido unos hábitos o rutinas muy cuidados en el tema de la piel. Desde hace un tiempo he empezado a notar las huellas que la edad y el sol están dejando en mi piel. Gracias a la rutina de belleza coreana mi piel es otra y resplandece. Te explico mi camino.

Una piel herencia de mi madre

Reconozco que he tenido suerte, y la genética me ha dado una piel como la de mi madre, con poca tendencia a las arrugas y agradecida en cuanto la cuidas un poco. Sin embargo, tenemos una piel muy sensible, y es bastante habitual que los productos nos provoquen granitos.

Supongo que, por esto último, y por el hecho de que siempre me han echado menos años, nunca he prestado atención a cuidarme la cara. Me daba miedo probar productos nuevos, y tampoco tenía la sensación de necesitarlos.

Mis problemas con el sol

Pero hace unos pocos años empezó a cambiarme la piel. De tenerla normal, quizá un poco grasa en algunas zonas, pasé a tenerla mixta, con la zona T muy grasa sobre todo en verano. Además, cada vez que tomo el sol me provoca un exceso de grasa y me salen puntos blancos por toda la zona.

Eso, añadido a los primeros signos de la edad (ya veo muy cerca los 40), me convenció a tomarme algo más en serio este tema.

Descubre belleza coreana 2

Empecé como todo el mundo, preguntando a amigas y acudiendo a tiendas de belleza en busca de consejo. Fui probando cremas de diferentes marcas, unas más caras, otras algo menos. Con algunas notaba que la piel me agradecía la hidratación, con otras no notaba nada, pero ninguna de ellas supuso un gran cambio en mi piel.

Y cuando llegaba el verano, y los planes de vacaciones en la playa, me echaba a temblar. Probé todo tipo de protectores solares, tónicos astringentes, complementos vitamínicos, no salía de debajo de la sombrilla… y aun así seguí con mis brotes de puntos blancos por toda la zona T en cuanto me tocaba algo de sol. Viviendo en una ciudad como Barcelona con tantos días de sol, el verano era una pesadilla para mí.

Kbeauty o belleza coreana, una filosofía que te atrapa

Un día, buscando información sobre alguna crema para secar granitos, acabé en un foro de compras en el que alguien hablaba de las cremas coreanas. Lo que me atrapó fue lo que explicaron sobre lo buenos y baratos que eran los productos y decidí estudiar un poco más sobre el mundo «Kbeauty» o «belleza coreana».

El mercado coreano es muy exigente en estos temas, y cremas que no tengan ingredientes activos en una cantidad suficiente, que no hagan efecto de verdad, acaban desapareciendo. Cuando vemos la lista de ingredientes de una crema, la ley marca que aparecen ordenados en función de la cantidad presente en la crema. Si miras una crema de una marca occidental, tanto de alta gama como de las más económicas, verás que normalmente ese ingrediente que tanto anuncian está de los últimos de la lista, que suele significar que no lleva más de un 1%.

Cuando miras las marcas más conocidas de cremas coreanas encuentras cremas por unos 6€ con hasta un 30% de ácido hialurónico, como por ejemplo esta de Mizon (en eBay). Al enterarme de esto, sólo quería saber más y más sobre la belleza coreana.

Muchas horas de lectura

He de explicar primero cual es mi hobby. Cada vez que me lo preguntaban, me costaba mucho dar una respuesta. Nunca he sido capaz de mantener el interés en un mismo tema durante mucho tiempo. Y un día acabé entendiendo qué era lo que de verdad me motivaba: ¡¡¡¡aprender!!!!

Lo que de verdad disfruto es investigar, aprender, descubrir nuevas cosas. Invierto horas y horas leyendo toda la información que cae en mis manos: libros, foros, blogs, videos….

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Así he llegado a un punto en el que he leído e investigado muchísimo sobre la belleza coreana, japonesa, sobre los principios activos, tipos de piel, productos, rutinas de belleza…  Pero la gran mayoría de la información que hay está en coreano o en inglés. Kbeauty es una tendencia en expansión en Estados Unidos, donde ya hay muchas tiendas donde encontrar estos productos, pero en España estamos empezando ahora a saber qué es esto y a ver aterrizar las primeras marcas en el país.

No sólo en Corea hacen buenos productos

Cuando se habla de Kbeauty o belleza coreana, parece que todas las marcas, técnicas y productos son exclusivamente coreanos, pero nada más lejos de la realidad.

Sólo unos ejemplos, pero ya te iré hablando de más productos. Los protectores solares japoneses no sólo tienen una cobertura excelente, sino que son una delicia aplicados en la cara. No dejan capa blanca y se absorben muy bien.

Las mascarillas taiwanesas no tienen nada que envidiar a las coreanas. Muchas de ellas están hechas con tejidos como la seda o algodones muy finos, y tienen unas esencias o serums que dejan la piel resplandeciente.

Para los productos con activos, muchas veces las únicas opciones para encontrar productos con concentraciones más altas y por lo tanto efectivas, son los occidentales, ya que en corea está prohibido vender sin receta productos con más de un 0,5% de BHA por ejemplo.

Me decido a dar el paso de abrir un blog

Hace un tiempo mis amigas empezaron a decirme lo bien que se veía mi piel, y yo les empecé a hablar de todo este mundo. De los 10 pasos de la rutina de belleza, de los activos, la exfoliación química, las capas de hidratación, de ingredientes complejos… ¡Imaginad la cara de susto que me pusieron!

Este mundo es muy complejo, pero los beneficios son tan increíbles que merece la pena. Y entonces fue cuando me di cuenta de que la información que hay no es accesible a todo el mundo. Entre la barrera del idioma, y el que la información más válida e interesante está plagada de términos y conceptos químicos, vi la necesidad de hacer todo esto más sencillo y al alcance de todo el mundo. Me decidí a abrir este blog, con unas bases muy sencillas y sobre todo transparentes.

Mis amigas me pidieron que les hiciese una guía sencilla sobre los 10 pasos, pero no es tan sencillo como poner una lista de productos a usar y el orden. Me di cuenta de que primero hay que conocer tu piel y aprender a escucharla. Ver qué necesita, como se siente, que le va bien y que no le va tan bien, ver qué problemas tenemos y entonces empezar a ajustar los productos para afrontar esos problemas: firmeza, deshidratación, granitos, acné, poros abiertos, arrugas, manchas, rojeces… Para cada problema hay una serie de ingredientes que debemos ir incorporando en nuestra rutina, pero tan importante como conocerlos, es saber cómo usarlos.

Al final es necesario un poquito de trabajo por nuestra parte, aprender un poco de este mundo, para tomar las decisiones adecuadas a nuestra piel.

Con este blog sólo pretendo ponértelo lo más fácil posible. Darte la información sobre la rutina, sobre métodos, ingredientes, productos, en lenguaje sencillo y huyendo de tecnicismos. Para que seas capaz de aplicar todos los beneficios de este mundo y cambiar tu piel, sentirte bien con tu aspecto.

Mi objetivo era salir a la calle sin maquillaje y sintiéndome cómoda con mi piel……. y ¡¡¡¡lo he conseguido!!!! Ahora te toca a ti :-)