Seguro que has oído hablar del paso de la doble limpieza, lo importante que es, y las ventajas que aporta a nuestra piel. Es probable que hayas leído alguno de los post que he escrito sobre los productos adecuados para la doble limpieza, o porqué limpiar con un aceite y bálsamo es tan importante y para todo tipo de pieles, sobre todo las grasas, que son las que más se pueden beneficiar de este paso.

Pero seguro que tienes algunas dudas sobre cómo hacer la doble limpieza. Después de leer mucho sobre este tema, de mi experiencia y de investigar, he visto que normalmente cometemos errores que pueden incluso crearnos algún problema en la piel. Esta es una lista de aquellos que yo he cometido en alguna ocasión, y de los trucos que he ido aprendiendo.


La doble limpieza por la mañana y por la noche

Hay bastante debate sobre si es bueno limpiar tan a fondo la piel 2 veces al día. Como con todo lo que tiene que ver con el cuidado de la piel… depende. Cada piel es diferente, por lo que te aconsejo que pruebes y decidas cómo ves mejor tu piel.

La doble limpieza por la noche no deberíamos saltárnosla nunca. En la rutina de la mañana, el último paso imprescindible, y el antiedad más potente, es el protector solar. Estos productos no son fáciles de retirar, y la forma más eficaz es con el limpiador en aceite. Alguna vez en que me he puesto protector solar en el escote, y se me ha olvidado limpiar esa zona, es matemático: por la mañana me levanto con algunos granitos.

Por la mañana, hay diferentes opiniones sobre si aplicar o no de nuevo la doble limpieza para retirar las cremas que hemos aplicado por la noche, sobre todo si usamos mascarillas de noche, y la grasa que ha producido nuestra piel. Hay expertos que opinan que puede resultar agresivo para la piel, y que con lavar con agua es suficiente.

Lo primero que debe quedar claro es que lavar la cara con agua no eliminará nada, el agua sola no tiene poder para retirar los restos de productos, sudor, grasas.. de la piel. La solución más adecuada es buscar productos que se adapten a nuestra piel, que sean suaves y respetuosos con ella.

Yo alterno días. Si me noto la piel con residuos de los productos de la noche, aplico los 2 pasos de la limpieza. Y si me la noto «limpia», únicamente me lavo la cara con agua sólo o con un jabón suave, como el de Sum:37, que es mi favorito (desgraciadamente lo han discontinuado, pero estaré atenta de avisaros si vuelve a estar).

Aprovechar el momento de la ducha

Es más fácil retirarse todo, incluyendo el escote, cuando estamos en la ducha. Sin tener que ir con cuidado de no mojar el pelo. Pero hay que tener mucho cuidado en cómo se hace.

Cuando limpiamos la piel la dejamos expuesta a cualquier producto que aplicamos después. Si estamos limpiando la cara primero y nos lavamos el pelo después, es muy probable que parte del champú, suavizan o mascarilla que usamos para el cabello, nos caiga en la cara. Esos productos no están pensados para usarse en la cara y pueden resultar agresivos, e incluso causarnos alguna reacción. Si sueles tener granitos en el borde del pelo, es posible que sea por esto.

Para evitarlo lo mejor es que limpies la cara después del pelo. Como el limpiador en aceite hay que aplicarlo sobre la cara seca, yo suelo hacerlo antes de entrar en la ducha, me lavo el pelo y después de aclarar el champú y el suavizan o mascarilla, entonces aclaro la cara y aplico el segundo paso de la limpieza.

como hacer bien la doble limpieza 2

Masajea los productos para que limpien mejor

Cuando aplicamos los productos de los 2 pasos de la limpieza, es importante tasajearlos suavemente, en forma de círculos, para que disuelvan mejor el maquillaje, la suciedad y restos de productos que llevamos.

Yo masajeo ambos productos medio minuto aproximadamente antes de retirarlos. He visto que así me deja la piel más limpia, y me ayuda a mantener los poros sin suciedad.

Además, es un rato que me lo tomo con calma para relajar la cara. Y está probado que masajearla tiene muchos beneficios al activar la circulación. Eso sí, siempre lo hago muy suavemente, tratándola con mucho cuidado.

Siempre con agua templada

Recuerdo que en mi casa siempre me decían que para tener la piel tersa hay que lavársela con agua fría. Pero leyendo un poco más sobre el tema descubrí que los cambios de temperatura son fatales. Cuando aplicamos agua muy fría o muy caliente, lo que provocamos es que se contraigan o dilaten los capilares de la piel. Y si son finos y el contraste es fuerte, sólo conseguiremos que se rompan y provoquen las típicas ventas que se ven bajo la superficie. Yo tengo varias de estas, porque además mi piel es muy fina y delicada. Y lo malo es que únicamente se pueden eliminar con láser.

Así que recuerda: es muy importante que siempre uses agua templada para lavar la cara.

Secar la piel

Hay varias teorías sobre si es mejor que la piel se seque sólo, al aire, o si hay que secarla con una toalla. Cuando la dejamos secar al aire, además de que alargamos un buen rato la rutina, y si vas siempre con prisas por la mañana como yo, es un problema, podemos estar resecándola. El agua, a pesar de que solemos pensar lo contrario, deshidrata la piel cuando la aplicamos en la superficie de la piel.

Por eso es mejor secar inmediatamente la cara cuando la lavamos. Pero, no de cualquier forma. Recuerda lo importante que es tratarla con suavidad. Así que debemos dar toquecitos ligeros con una toalla suave, sin frotar.

Usa siempre toallas limpias

En cuanto a las toallas, al estar en el baño y usarlas continuamente, no están todo lo limpias que deberían para usarlas en la cara. Si sueles tener granitos, y no es por tema hormonal o por alergias o alimentación, es posible que la toalla sea la fuente de tus problemas.

Se recomienda usar una toalla limpia cada vez. Sé lo que estás pensando, porque yo pensé lo mismo: ¡Imposible, no tengo tantas toallas y no puedo poner lavadoras todos los días! Pero he encontrado la forma de hacerlo sin volverme loca. Encontré en Primark unos packs de 6 toallas pequeñas por sólo 3€. Compré 2 y siempre tengo varias limpias en el baño. Utilizo cada una 2 veces: por la mañana y por la noche, y sólo para secarme la cara después de la limpieza.

Espero que estos trucos te sean útiles, y si quieres saber algo más sobre la rutina, y cómo crear la tuya, tienes toda la información aquí.