Cuidados del escote, cuello y manos

A menudo no damos los cuidados al escote, cuello y manos, cuando son los sitios donde más se nota nuestra edad. Aunque si prestamos mucha atención a la rutina de nuestra cara, solemos descuidar estas zonas.

Es tan importante prestar atención a estas zonas e incluirlas en nuestra rutina diaria de belleza. Pero no te preocupes, que no cuesta tanto cuidar de ellas y prevenir que aparezcan manchas, arrugas y flacidez.

LAS MANOS

La foto de cabecera de este artículo es de mis manos, sin filtros ni retoques, aunque suelo tener alguna marca de juegos con mi pequeño leoncito. A menudo me suelen decir que las tengo bonitas, sobre todo últimamente, ya que a pesar de pasar de los 40 años las sigo teniendo lisas, sin ninguna mancha ni arrugas. Esto es porque me las cuido bastante.

Las manos suelen ser las grandes olvidadas aunque se traten de nuestra carta de presentación. Cuando conocemos a alguien, una de las primeras cosas en las que mucha gente se fija es en el cuidado de las manos. En una mujer, llevar las uñas pintadas es un plus, pero lo más importante es llevar una manicura cuidada y limpia, también en los hombres. Pero sobre todo es un sitio en el que no podemos ocultar nuestra edad. Te puedes haber hecho los mejores tratamientos en la cara, no tener una arruga, ni manchas, o tapar todas las imperfecciones con un buen maquillaje. Pero las manos no las maquillamos y delatan el paso de los años y cómo las hemos cuidado.

Seguro que os suena la imagen de Madonna con guantes. No se los quita desde hace años para ocultar lo envejecidas que las tiene. Ella tiene acceso a los mejores tratamientos, y mantiene una piel sin arrugas ni manchas en la cara, pero no hay nada que pueda hacer por el dorso de las manos.

Están expuestas al sol todo el día, las lavamos a menudo y entran en contacto con multitud de productos de limpieza y agresivos. La piel de esta zona tiene mucho menos colágeno y glándulas sebaceas que nuestro rostro, por eso es importantes nutrirlas a menudo.

Cuidados para las manos

El primer y mejor truco que os puedo dar, es el mismo que para el cuello y escote. Tu rutina de cuidado diario no acaba en la mandíbula. Cada capa de producto que aplicas en la cara, te deja las manos «manchadas» con los restos. De manera natural tendemos a limpiarlas en una toallita, pero el mejor sitio donde limpiarlas es en el dorso de la mano. De esa forma el mismo tratamiento que estás aplicando en la cara, también aporta sus beneficios a las manos. Yo lo hago con todas las capas, pero tengo mucho cuidado de no olvidarme de hacerlo con los productos de tratamiento que para mi son más beneficiosos para el dorso:

• Vitamina C, para luchar contra las manchas y aportar el extra de colágeno que necesita esa zona para mantenerse firme.
• Niacinamida, para dar luminosidad, prevenir arrugas y sobre todo reforzar la barrera de la piel y conseguir que sea más resistente a agresiones de productos de limpieza.
• Protector solar, imprescindible para prevenir el daño del sol. Tanto en invierno, como en verano, ya que las tenemos continuamente expuestas.

Otro aspecto muy importante es la hidratación. Al tener muchas menos glándulas sebáceas, a la piel de las manos le cuesta más mantenerse nutrida e hidratada. Hago el mismo truco de aplicar los restos de las capas de hidratación de la cara en las manos, pero no es suficiente. Por eso es importante darnos de vez en cuando una crema hidratante de manos. Yo ahora estoy usando la de Byredo Bal d’Afrique, una delicia de crema que huele de maravilla y no deja las manos grasas.

Esta es un capricho, pero hay muchas en el mercado más baratas que funcionan de maravilla, por ejemplo las de l’Occitane, que además tienen en tamaño de bolso muy cómodas.

De vez en cuando también es bueno exfoliarlas, y aquí si podemos usar exfoliantes físicos, de granito, ya que la piel es más resistente. Como es algo que se me suele olvidar, he encontrado el truco perfecto.

El gel de manos de Aesop Reverence Aromatique Hands Wash, además de oler de maravilla gracias al vetiver, el petigrain y la bergamota, lleva unos pequeños gránulos que exfolian a la vez que lavas las manos. En esta foto podéis ver los granitos. A todo el que viene a mi casa y lo prueba le encanta. Pero siempre puedes hacerte un exfoliante casero mezclando crema de manos o jabón con un poco de azúcar.

Cuidados para las uñas

Hay muchos cuidados estupendos para las uñas, pero yo os doy mis pequeños trucos. Hace tiempo me regaló una amiga estos 2 productos de Ciaté para las uñas. el que más me gusta es el aceite de marula, que nutre en profundidad las cutículas. El otro es una base para el cuidado de la uña que se aplica antes del esmalte para endurecerlas.

El aceite me ha funcionado de lujo y el aplicador es muy cómodo, ya que sale lo justo. Pero no es necesario que te gastes el dinero en un aceite específico para las uñas. Si tienes algún aceite para la cara que no te funcione bien, puedes usarlo para las uñas.

EL CUELLO

El cuello, al igual que las manos y el escote, tiene pocas glándulas sebáceas, por lo que necesita un extra de hidratación. También tiene menos colágeno de manera natural y, una de las mayores diferencias, es que al ser una zona que está en vertical, la ación de la gravedad es mayor y tiende a descolgarse. Y por último es una zona en constante movimiento, lo que provoca que las arrugas aparezcan antes.

Cuidados del cuello

No necesitas productos específicos para esta zona, sólo acordarte de que tu cara no acaba en la mandíbula. Cada producto que apliques en la cara, extiéndelo por el cuello. Pero no uses los restos, como en las manos. Aplica una cantidad específica para esa zona.

Ten cuidado con los productos que puedan resecar la piel, como el retinol. Es bueno aplicarlo en esa zona, como os explicaba aquí, para revertir los signos de envejecimiento, pero hay que tener cuidado y reforzar la hidratación.

Un paso de la rutina importantísimo para esta zona es la doble limpieza. Igual que es imprescindible aplicar protector solar para protegerla de los daños del sol, es básico retirarlo bien. Si eres de ducha nocturna como yo, no laves cuello y escote con el jabón de ducha, sino con el mismo con el que lavas la cara.

Ya que esta zona tiende a descolgarse más que el rostro, hacer un masaje ascendente a menudo puede ayudarnos a estimular la zona y mantenerla firme. Yo uso el rodillo de jade, siempre con un movimiento ascendente. En este artículo tenéis un gráfico con la dirección de los movimientos que tenemos que hacer, tanto en la cara como en el cuello.

EL ESCOTE

Aunque muchas ya tenemos claro que la cara no termina en la mandíbula, y aplicamos la rutina también en el cuello, solemos olvidarnos del escote. Pero cuando llega el buen tiempo es cuando nos sorprendemos al ver manchas del sol, arrugas y flacidez en esa zona.

Es la zona donde primero aparecen los signos de la edad, imagina la importancia de cuidarla en consecuencia. La piel del escote es fina, lo que hace que pierda firmeza más rápido, está muy expuesta al sol sobre todo en verano, tiene poca grasa natural que la mantenga nutrida y suele sufrir por culpa de malas posiciones y gestos, como dormir de lado.

Cuidados del escote

Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando hablo del escote me refiero a la zona entre el cuello y el pecho, pero sin incluir este último. La piel del pecho es excesivamente delicada y algunos productos de la rutina de cara, como los ácidos y activos, no son adecuados para ahí.

Al igual que con el cuello, acostúmbrate a aplicar en el escote los mismos productos que en el cuello. Y no sólo lo que te sobre de esa zona, usa una cantidad de producto adecuada para esta.

De los productos de mi rutina, los que siempre aplico aquí son estos:

• Vitamina C, para las manchas y aportar luminosidad y antioxidantes.
• Alpha-arbutina, otro básico para manchas y que en esta zona me funciona especialmente bien. Suelo aplicarlo sobre todo en invierno para eliminar las que me hayan podido salir en verano.
• Hidratación, los mismos productos de la cara, con especial hincapié en aquellos que lleven aceites y ceramidas, para nutrir en profundidad.
• Protector solar, porque sin este paso todo el resto del trabajo que hagamos no vale de nada.

Importante también hacer muy bien la doble limpieza en el escote. Cuando alguna vez se me ha olvidado, al no retirar el protector solar me he levantado con algún granito.

Y en la ducha, además de no usar los productos del cuerpo, sino los de la cara, ten mucho cuidado con la temperatura del agua. El agua muy fria o muy caliente es agresivo con la piel y daña los capilares.

El agua caliente deshidrata la piel y dilata los capilares, que pueden romperse. El agua fría provoca un cambio de temperatura que contrae los capilares, por lo que tampoco es bueno ese contraste.