Si tienes más de 30 años, deberías tener en tu rutina un producto con retinol, el ingrediente más potente que hay para revertir los efectos de la edad, además de otros beneficios increíbles. Pero es un ingrediente complicado y lo primero que hay que saber es cuándo utilizarlo y cuando no.

En este post os explico lo que debes saber del retinol antes de empezar a usarlo. Este es el primer artículo de una serie sobre este ingrediente, en la que os iré explicando cómo usarlo, con que productos se puede usar y con cuales no, los diferentes tipos de retinol y productos.

En la parte 2 tenéis el detalle de cómo y cuándo se tiene que utilizar, cómo introducirlo en vuestra rutina para evitar irritación, con qué ingredientes se puede combinar o no, y cómo cuidar la piel para minimizar los «efectos secundarios» que pueden aparecer.

Lo primero que debes saber es que, aunque le llamemos retinol, realmente estamos hablando de la vitamina A y de sus derivados. Estos derivados de llaman retinoides, y uno de ellos es el famoso retinol. Cada uno tiene una potencia y efectos diferentes, aunque en general la mayoría dan los mismos resultados, pero con algunos se ven antes que con otros.

Por simplificar me referiré al retinol en el artículo, ya que es el término más usado, aunque realmente hablo de los retinoides en general.

Beneficios del retinol

Se le considera el rey de los ingredientes antiedad y se dice de el que es el único capaz de «dar marcha atrás al reloj». Se lleva aplicando en la piel desde los años 60 aproximadamente y es el ingrediente con más estudios independientes que demuestran su eficacia. Se empezó usando para tratar el acné y se vio que también tenía un potente efecto sobre las arrugas. Tanto es así que es el único ingrediente que se puede anunciar en Estados Unidos en televisión diciendo que es antiedad, con lo estricta que es la ley en ese país.

El mayor efecto que tiene es acelerar la renovación celular. Con el tiempo nuestra piel va ralentizando la creación de nuevas células. Cuando somos bebés la piel se renueva cada 2 semanas, mientras que de mayores puede tardar de 45 a 90 días. Esta ralentización produce pérdida de vitalidad, de elasticidad y firmeza de la piel, lo que provoca arrugas.

La vitamina A acelera ese proceso de renovación, pero no de cualquier forma. Favorece la producción de células sanas, de forma que se repara el daño celular. Tiene un potente efecto en reparar también las fibras de colágeno y estimular su producción. Esto hace que nuestra piel recupere firmeza y que se reduzcan no sólo las arrugas finas o líneas de expresión, sino también aquellas más profundas. La piel se ve más luminosa y con una textura de piel más uniforme.

Hay que tener en cuenta que lo que no hace es exfoliar la piel, es decir, no elimina las células muertas, sólo hace que se acelere la producción de las nuevas células sanas.

También tiene un efecto reductor de las manchas de la piel, ya que además de la renovación celular también inhibe la producción de melanina, aunque hay ingredientes más potentes para eso, como os explico aquí. Pero esto ayuda a igualar el tono de la piel.

También reduce la producción de sebo, lo que junto con la renovación celular, hace que nuestros poros se obstruyan menos. Al tener menos suciedad en los poros, hace que se vean menos. Por este efecto se le conoce sobre todo como unos de los ingredientes más efectivos contra el acné, cuando se usa la forma de vitamina A y el porcentaje adecuado. Normalmente hablamos de tratamientos con receta médica, como el famoso roacutane, que son mucho más potentes que las cremas con retinol, aunque estas también ayudan algo sin ser tan eficaces en este aspecto.

Es un antioxidante potente, que nos protege frente a los radicales libres, previniendo el envejecimiento, no sólo revirtiéndolo. Por eso, algunas dosis incluso se recomienda usarlas durante el día para potenciar la protección de la piel, aunque nunca debemos olvidar el protector solar. De este tema os hablaré en detalle en el segundo artículo de esta serie sobre el retinol.

Retinol beneficios cuándo utilizar 2

En contra de lo que se suele creer, no hace que nuestra piel sea más fina y sensible. Al contrario, al acelerar la producción de células nuevas engrosa la epidermis y la dermis con células renovadas, lo que la hace más resistente.

Bajo prescripción y supervisión médica se usa también en casos de psoriasis y queratosis, e incluso hay estudios que dicen que puede reducir las venitas que aparecen sobre todo en pieles que se han expuesto demasiado al sol.

Cuando NO se puede usar retinol

En general no empieces a usar retinol si tu piel no tiene la barrera protectora sana. Si está sensibilizada por algún tratamiento o producto, es mejor dejar que se recupere al 100% antes de empezar con el retinol. Y hay casos en los que no se debe usar el retinol, al menos sin el consentimiento de un médico o profesional.

El que primero nos viene a la cabeza a todos es el embarazo y la lactancia. El retinol en tratamiento oral está completamente prohibido en esos casos, y en cremas no está aconsejado. En estas situaciones ninguna precaución es poca, pero es bueno aclarar también algunas falsas creencias.

No se recomiendan ciertos productos por el riesgo de que penetren en el torrente sanguíneo y puedan afectar al embarazo o al bebe. Pero si un producto tiene la capacidad de penetrar tanto, entonces no es un cosmético sino un medicamento, y va con receta. Por lo tanto, en principio no hay riesgo en usar cremas con retinol compradas sin receta durante el embarazo o la lactancia, pero es mejor que lo consultes con tu médico, y ten en cuenta que son sólo unos meses, y no pasa nada por parar por prudencia.

Las pieles que tienen rosácea o la piel muy sensible, tienen que tener cuidado con qué tipo de retinol eligen, ya que los más potentes pueden aumentar ambos problemas. Es cierto que el retinol puede ayudar a reducir la inflamación típica de las pieles con rosácea, pero dosis altas pueden hacer el efecto contrario. Aunque esto ocurre sobre todo con retinoles con receta médica, y del resto hay una tremenda variedad para elegir, para que este tipo de pieles también se puedan beneficiar de sus efectos.

Otro tipo de situaciones en los que debemos comentarlo con el profesional correspondiente es cuando estamos recibiendo un tratamiento de láser, vamos a depilar la zona o tenemos algún problema en la piel.

Cuando si deberíamos usarlo

Como con todo depende de tu piel, pero por norma general se recomienda empezar a introducirlo en dosis bajas a partir de los 26 o 28 años. A partir de esa edad la producción de colágeno de nuestra piel empieza a disminuir y es bueno empezar a ayudar a la piel a mantener la firmeza y retrasar al máximo la aparición de arrugas. Y ya por encima de los 30 debería ser un ingrediente fijo en tu rutina.

Pero si hablamos del efecto anti acné, se puede empezar a usar antes. Si tienes 20 años no tienes problemas de arrugas o firmeza, pero el efecto que tiene sobre la producción de grasa ayuda a mantener los poros más limpios y reducir por lo tanto la posibilidad de que se obstruyan y formen granos.

Hasta aquí este primer artículo sobre el retinol. En el siguiente os explico cómo y cuando se tiene que utilizar, cómo introducirlo en vuestra rutina para evitar irritación, con qué ingredientes se puede combinar o no, y como cuidar la piel para minimizar los «efectos secundarios» que a veces aparecen.