A todos nos ha pasado que nos salen granos al empezar a usar un producto nuevo, pero ¿porqué sucede? ¿tengo que dejar de usar el producto?. Dependerá de lo que estés usando y del tipo de granos que te salgan. En este artículo os hablo de estas posibles causas:

Purga

Es uno de las causas principales de esos granos. Se da cuando estamos usando por primera vez un activo como el retinol, vitamina C y ácidos como los AHAs (glicólico, láctico…) o BHA (salicílico). Estos activos tienen entre sus propiedades la aceleración de la renovación celular. Es decir, hacen que nuestra piel acelere el ritmo de producción de nuevas células, que con los años se va ralentizando. Esto hace que los granitos que estaban esperando debajo a salir lo hacen antes y más rápido.

Para saber si lo que te está pasando una purga, además de estar usando alguno de los ingredientes que provocan esto, debes fijarte en si el tipo de granos y la zona donde están saliendo son habituales para ti. Te saldrán más que de normal, pero los granos serán como los que suelen tener y apareceran en las mismas zonas, como barbilla, mentón…

Este proceso suele durar unas 2 semanas aproximadamente y no tienes que dejar de usar el producto que te lo provoca. Si ves que la purga es muy potente, y no llevas bien tener que lidiar con tantos granos a la vez, un truco es empezar a aplicar ese activo sólo en una pequeña zona de la cara, cuando acabe la purga, amplías a otra zona más. Así te van saliendo granos en una sola zona cada vez, en lugar de toda la cara.

Sobreexfoliación

Cuando usamos estos ácidos también podemos tener granos por otro motivo: nos hemos pasado con la exfoliación. Tanto porque los hemos usado en una dosis muy alta (muy a menudo, usando varios ácidos a la vez), como porque hemos añadido otra exfoliación a la de los ácidos, como los exfoliantes físicos, los de granito, el uso de aparatos tipo foreo o clarisonic (aquí tenéis mi opinión sobre ellos), o frotar la piel con toallas o muselinas.

Siempre os insisto mucho en lo importante que es ir con cuidado con los ácidos, ir muy poco a poco y dejar que nuestra piel se acostumbre a ellos, hasta encontrar la dosis adecuada para nuestra piel. Algunas personas pueden usar ácidos a diario, y otras jamás podrán aplicarlos más de 3 días a la semana por ejemplo. Y no pasa nada, lo importante es no sobrepasar ese límite de nuestra piel. En esta entrada os doy las pautas para empezar a usarlos de una manera adecuada.

Cuando nos pasamos con ellos decimos que nos hemos sobreexfoliado. Es una de las peores situaciones para nuestra piel, porque hemos dañado la barrera protectora y la dejamos expuesta a las agresiones externas. La barrera protectora o manto lipídico de la piel no sólo evita que ésta pierda el agua y los nutrientes que necesita, sino también nos protege de agresiones externas como bacterias u hongos. Cuando nos pasamos con los ácidos y la dañamos la dejamos desprotegida frente a esas agresiones, por lo que nos pueden salir granos.

Para saber si este es el caso debes fijarte en estos signos. No tienes porque verlos todos, pero normalmente tendrás más de uno de ellos:

  • piel tirante y brillante, con un aspecto como pulido, sobre todo en zonas como frente.
  • sensible, se enrojece con facilidad al tocarla. Incluso puede verse algo hinchada.
  • al poner algunos productos notas que la piel te arde y molesta
  • deshidratada y reseca, al punto de que puede hasta desescamarse y notarse como papel de lija en algunas zonas
  • ¡Y, cómo no, granos!

Si encajas en varios de estos puntos, los granos que te salen es porque te has pasado con los ácidos. Lo primero que debes hacer es dejar de usarlos, inmediatamente y cuidar bien la piel para que recupere su función barrera. En este artículo tienes todas las pautas de cómo cuidar la piel en estos casos, y cuando puedes volver a usar ácidos.

Alergia o reacción

Te han salido granos al usar un nuevo producto, pero no es un ácido, o los granos que te han salido no se corresponden con los 2 puntos anteriores que hemos visto.

Si tienes la piel sensible seguro que muchas veces habrás recurrido a productos que indican que son no comedogénicos. Desgraciadamente ese tipo de etiquetas no valen de nada.

Cada piel es un mundo y puede reaccionar a ingredientes diferentes. aunque es cierto que hay algunos que suelen hacer reacción a más gente, no puedes saber si tu piel reaccionará a esos u a otros. Mi piel por ejemplo no tolera bien dosis altas de squalano, a pesar de que es un aceite que se considera no comedogénico.

Por poner un símil, es como las alergias a la comida. Puede que el gluten de alergia a mucha gente, pero eso no quiere decir que a ti te de también alergia, y si no es así, puedes beneficiarte de todas sus propiedades sin problemas. Pero por otro lado, es posible que te de reacción algún ingrediente que sea menos común, por ejemplo hay gente que no puede consumir carne roja porque su cuerpo no la tolera. Y sin embargo nunca verás en un filete de vaca que ponga que es sin alergenos.

Para saber si te puede estar generando reacción un producto, lo primero es que te fijes en el tipo de granos. Deberían salirte en zonas donde jamás has tenido granos, y estos deben ser diferentes a los habituales. Además, esto puede causarlo cualquier tipo de producto, sea un ácido o un activo, o simplemente una crema o un serum. También es posible que los granos vayan acompañados de picor, rojez y sensibilidad en la piel.

Cuando te pase esto debes de dejar de usar el producto que te lo causa. Si has introducido varios productos nuevos en tu rutina a la vez (gran error), y no sabes cual es, entonces retira todos. Vuelve a una rutina que sepas que es segura para ti y con los mínimos, por ejemplo una crema y un solar. Y ve introduciendo uno a uno los productos nuevos, aplicándolo sólo en una zona de la cara al principio, hasta que veas cuál es el que te da reacción.

Cuando lo tengas identificado es importante que te guardes la lista de ingredientes. La próxima vez que te pase esto con otro producto compara ambas listas e identifica aquellos ingredientes comunes. Así podrás saber cuál es el que tu piel no tolera y evitarlo en los nuevos productos.

Obstrucción de poros

Tendemos a pensar que cuando nos salen granos es porque se nos han obstruido los poros, y aunque es una posible causa, es menos común de lo que pensamos.

Los poros se obstruyen y generan puntos blancos, negros o comedones cuando se acumula en ellos un exceso de grasa y suciedad. Esto puede suceder porque no estemos haciendo bien la doble limpieza (aprende aquí cómo debe hacerse), o la estemos haciendo con productos que no son adecuados (aquí os dejo las claves de cómo deben ser los productos que usamos).

Al no limpiar adecuadamente la piel se va acumulando esa suciedad y células muertas que hacen que se obstruyan y salgan los granitos. Si alguna vez te has ido a la cama sin limpiar la piel y te has levantado con algún grano, es por esto.

También se obstruyen cuando tenemos un exceso de grasa que nos está provocando un producto. Solemos echar la culpa a los aceites, pero no tienen porqué ser los culpables. Los aceites ricos en ácido linoléico (como los de maracuya o pepitas de uva) son ideales para las pieles grasas. Sin embargo, aceites que no le van bien a este tipo de pieles, y que pueden aumentar la grasa que ya tienen de por sí, son los ricos en ácidos grasos como el aceite de coco o el de marula.

Si esta es la causa de nuestros granos, al igual que con la alergia o reacción, debemos dejar de usar ese producto.

Otras causas de los granos

Hemos visto las causas por las que te pueden salir granos al usar un producto nuevo y qué hacer en esos casos. Pero debemos recordar que es posible que los granos que tenemos no se deban a esto, sino a temas hormonales, de acné provocados por la bacteria p.acnes, por estrés, por el uso continuado de mascarillas debido al Covid (aquí os explico como minimizarlo y cuidar la piel cuando llevamos mascarilla), por la rosácea… En los casos en que el origen sea de tipo médico, debemos consultar siempre a un dermatólogo que nos haga un diagnóstico preciso.