En la primera parte de esta serie del retinol os comentaba los beneficios que tiene, y algo muy importante: cómo saber si puedes usarlo o no. Y antes de hablar de las diferentes opciones, es básico conocer cómo podemos empezar a usarlo.

En la parte 3 de esta serie veremos los diferentes tipos de retinol, o retinoides que hay, sus beneficios y efectividad.

Se dice que con el retinol hay 2 errores principales que puedes cometer: el primero es no usarlo, y el segundo querer correr demasiado y pensar que tu piel es especial y puede con todo. Así que antes de lanzarte a usarlo, te pido que leas con calma estos consejos sobre cómo aplicarlo.

Todas estas normas de aplicación pueden variar en base al tipo de retinoide que uses y a lo acostumbrada que esté tu piel a ese producto. Por norma siempre hay que aplicar la prudencia y no querer correr, pero si usas un derivado de los más suaves, se pueden relajar, y si usas uno muy potente, como los que se compran en farmacia con receta, entonces aún debes ser más prudente.

Igual que en la primera parte usaré el término retinol para referirme a todos los derivados de la vitamina A, aunque el correcto sería retinoide. Pero como es el más utilizado y conocido, resulta más sencillo.

Cómo empezar con el retinol

Si tu piel está muy acostumbrada a los ácidos, no pienses que por eso tolerarás bien el retinol y podrás empezar con uno potente directamente y usarlo todos los días sin problemas. No tiene nada que ver y lo más probable es que acabes con la piel pelándose e irritada. 

Es importante empezar con un retinoide suave, con concentración baja e ir muy poco a poco subiendo. No todas las pieles toleran el mismo tipo de retinoide ni concentraciones altas, por lo que es bueno ir subiendo poco a poco hasta ver el límite de tu piel.

Hay profesionales que recomiendan empezar con uno potente y provocar la irritación y descamación a lo bestia. Porque dicen que tu piel se irá acostumbrando y así «la despiertas». Pero además de que es horrible ir soltando pellejitos durante días, la irritación es un factor muy importante en el envejecimiento de la piel. Si estamos usando retinol para revertir ese envejecimiento, no tiene sentido provocarlo con la irritación.

Por otro lado, es imposible saber dónde estará el límite de tu piel. Es posible que nunca puedas llegar a usar productos con más de un 0,25% de retinol, o que incluso no puedas usar ese derivado y tengas que quedarte en productos con algún éster de la vitamina A más suave. O puede que llegues a usar el ácido retinoico con receta sin problemas.

Pero como a priori no sabes dónde estará el límite de tu piel con este ingrediente, es importante ir poco a poco subiendo de derivado, hacia los más potentes, y de concentración.

Desgraciadamente con la vitamina A y sus derivados, los más potentes son también los más irritantes y que necesitan más tiempo de adaptación.

Tu piel te irá marcando los tiempos, pero verás cómo cuando empieces con uno suave, podrás ir aplicándolo más a menudo de forma más rápida sin problemas. Mientras que con uno potente deberás ir más despacio.

En qué paso de la rutina aplicamos el retinol

La primera duda que nos viene a la cabeza es saber en qué paso de nuestra rutina va. El retinol es un producto que no depende del pH para hacer efecto, al contrario que con otros activos como la vitamina C o los AHAs y el BHA. Por lo tanto, podríamos ponerlo en cualquier paso de nuestra rutina.

Pero se recomienda aplicarlo justo después de la limpieza, ya que queremos que ningún otro producto interfiera en su absorción. Y siempre en la rutina de noche.

Retinol como usarlo 2

Esa sería la norma general, pero con el retinol hay algunas excepciones. La primera es el tipo de producto y en que base está. En el mercado hay bastantes opciones en base de aceite, por lo que debería ir en el último paso de nuestra rutina. Y algunos productos son bastante densos, por lo que tampoco deberían aplicarse antes de otros más ligeros como un tónico.

Y la excepción principal es la de ir acostumbrando a nuestra piel poco a poco. Con el retinol no se puede correr. Es cierto que no son lo mismo unos tipos que otros, y que hay mucha diferencia entre ellos en cuanto a lo irritantes que pueden ser y también a lo efectivos.

Pero si vas a usar un producto con retinol puro o algún derivado más potente, es bueno «rebajarlo» aplicándolo después de tu crema hidratante para reducir un poco su efecto hasta que veas que tu piel lo tolera bien.

Yo hay productos que he usado directamente después de la doble limpieza, como el Granactive retinoid 2% emulsion de The Ordinary que es muy suave. Pero otros, como el de Drunk Elephant que estoy usando ahora, que lleva un 1% de retinol lo que ya es muy potente, después de más de 2 meses sigo aplicándolo después de otros productos. Al principio lo aplicaba como último paso de mi rutina, y ahora lo aplico después del tónico y antes de la crema. Cuando me encuentre cómoda y vea que mi piel ya lo tolera bien, empezaré a ponerlo sobre la piel limpia.

Cómo se aplica el retinol

A la hora de aplicar el retinol, sobre todo cuando hablamos de los más potentes, lo primero que hay que hacer es asegurarse de que tu piel está completamente seca. Y no me refiero a que la seques con una toalla, sino a que esperes unos minutos para que la humedad que siempre queda se haya evaporado. Si tenemos la piel húmeda, el retinol penetrará aún más y por lo tanto será mucho más irritante. No pienses que por eso será más efectivo. El retinol ya lo es por si mismo y no querrás que tu piel se empiece a pelar durante días.

Evita aplicarlo en zonas donde la piel es más delicada, como el contorno de los ojos y de la boca. Para los ojos hay productos específicos, aunque yo he aplicado los más suaves que he usado sin problemas, pero por ejemplo no usaría el de 1% retinol que aplico ahora en la cara para esa zona. Y en los labios pasa lo mismo, si por descuido te acercas demasiado con uno potente, notarás que se te secan y se pelan.

También es importante asegurarnos de que se aplica en forma homogénea, sin tener demasiado producto en algunas zonas. Por eso es bueno evitar zonas donde nuestra piel hace pliegues, como los surcos alrededor de la boca o los laterales de la nariz, ya que ahí puede acumularse más producto.

Y para asegurarnos de que esa capa uniforme se mantiene, si aplicamos algún producto antes debemos dejar que se absorba bien durante unos minutos antes de poner el retinol. Y si aplicamos productos después, es bueno esperar también unos minutos antes de seguir con nuestra rutina para evitar «mover» el retinol cuando pongamos una crema encima.

Os explicaba antes que para reducir la irritación se puede aplicar en medio de la rutina, y es probable que hayáis visto que hay gente que recomienda mezclarlo con la crema hidratante. Es mejor no hacer esto, ya que de esa forma es imposible asegurarnos de que el retinol se aplica de forma uniforme. Acabaremos con más producto en unas zonas que otras.

Otra duda es la cantidad que debemos aplicar. Si son retinoides suaves, aplicaremos la misma cantidad que con un serum, pero con un retinol más potente la cantidad recomendada es de un guisante. Yo pongo esa cantidad en un dedo y con la otra mano voy cogiendo trocitos y extendiéndolos por las diferentes zonas de la cara para asegurarme de que aplico una capa fina e uniforme. En la foto tenéis la cantidad que yo aplico para toda la cara.

Retinol como usarlo 3

¿Puedo usarlo también en cuello y escote?

En estas zonas la piel es más resistente que la de la cara, pero a cambio tiene menos glándulas sebáceas, por lo que el manto lipídico que protege nuestra piel es más débil.

Sin embargo, son zonas que están expuestas a las mismas agresiones que la cara, y que envejecen por el sol. De hecho, son zonas donde a veces es más fácil ver el paso de los años y que a menudo descuidamos. Por eso es importante cuidarlas igual que la cara.

Aunque algunas personas desaconsejan el uso del retinol ahí, es recomendable usarlo pero siempre que se tengan unos cuidados especiales.

Aplicaremos una cantidad similar a la de la cara, es decir, un guisante y extendiéndolo bien para que quede una capa fina e uniforme. Y tendremos mucho cuidado de no extender el producto fuera de esa zona, por ejemplo en el pecho, que tiene la piel muy delicada.

Y hay que hidratar muy bien la zona. Luego veremos los efectos adversos del retinol, pero uno de ellos es la sequedad. Y ya que en esa zona tenemos menos glándulas sebáceas, tendremos que ayudar a la piel a nutrirse con un extra.

Cada cuánto puedo usarlo

Otra de las dudas principales que tenemos todos al empezar con el retinol es ¿cada cuántos días puedo usarlo? Como todo, depende: del tipo de retinol que usas, de lo acostumbrada que esté tu piel al retinol y de lo que sea capaz de tolerar.

Empezaremos siempre aplicándolo 1 o 2 días a la semana e iremos viendo cómo reacciona nuestra piel. Si se trata de productos más suaves y concentraciones bajas, podemos empezar con 2 días a la semana durante la primera semana e ir añadiendo 1 día cada semana o cada 2 semanas.

Cuando ese producto suave ya lo puedas usar todos los días sin problemas, podemos pasar a uno más potente. Y empezamos igual que la primera vez, 1 o 2 veces a la semana e ir subiendo poco a poco.

Según vayamos subiendo con la potencia del producto, deberemos ir más lentos con la adaptación. Cuando usamos un retinol más potente, una de las cosas que engañan es no notar irritación al aplicarlo, y levantarnos al día siguiente con la piel estupenda. Podemos pensar que nos ha ido genial y lo toleramos sin problemas, pero los efectos pueden aparecer a los 2 o 3 días.

Mi experiencia con los diferentes productos que he usado es que no vi efectos adversos más evidentes hasta que empecé con el retinol al 1%. Los primeros días fue todo perfecto y al 3º se me empezaron a pelar varias zonas de la cara y me notaba la piel algo más sensible, además de bastante reseca.

Por eso es importante con estos tan potentes ir más lento. Las 2 primeras semanas úsalo 1 vez a la semana, luego durante 2 semanas úsalo cada 6 días, sube a cada 5 días durante las siguientes 2 semanas… Y siempre como último paso de la rutina para reducir esta irritación.

Hasta que mi piel no ha tolerado usarlo cada 3 días no he empezado a aplicarlo antes de la crema hidratante, y aún lo aplico después del tónico. Mi objetivo es, una vez que lo tolere bien cada 2 días, empezar a usarlo sobre la piel limpia. Llegar a usar un retinol al 1% a diario es complicado, y no se si mi piel lo tolerará. Pero no hay prisa, así que iré subiendo muy poco a poco.

Efectos adversos del retinol

Cuando hablamos de los efectos adversos del retinol no hay que asustarse. La mayoría son temporales y una vez que tu piel se acostumbra empiezan a desaparecer. Además de que estos suelen aparecer sólo con los productos más potentes, no con los retinoles suaves.

El primero que notarás es la sequedad. Uno de los primeros usos que tuvo el retinol fue antiacné. Reduce la producción de grasa, por lo que los poros se obstruyen menos y se producen menos granos.

Las pieles grasas agradecerán esta sequedad, pero para el resto es importante reforzar la nutrición de la piel. Para eso son ideales las cremas con ceramidas, como la de Dr.Jart+ Ceramidín. También ayuda mucho usar una mascarilla de noche como último paso de la rutina para aportar un extra de hidratación y ayudar a retenerla. Una que va muy bien por lo nutritiva que es, sin resultar pesada, es la de Sulwhasoo o la de Beauty of Joseon que tanto me ha ayudado a mi las primeras semanas del retinol más potente.

Otros efectos que verás, sobre todo con los productos más potentes, son la irritación y la descamación. Para evitarlos, simplemente ve más despacio y nutre bien la piel con productos como los que te acabo de comentar en el párrafo anterior. Si ves que tu piel se descama mucho, espacia más el uso, y verás que con los días tu piel se irá acostumbrando y podrás volver a usarlo más a menudo.

Y por último tenemos la fotosensibilidad. El retinol, en contra de los mitos que se suelen oir, ayuda a engrosar la dermis y la epidermis, con lo que nuestra piel se refuerza. Pero al acelerar la renovación de las células de la piel, estas capas estarán compuestas de células nuevas, que son las que hacen que nuestra piel se vea mucho mejor y más joven. Aunque las células «viejas» actúan como una barrera protectora de nuestra piel a los rayos UV, mientras que las nuevas son más sensibles. Notarás que aguantas menos el sol, y que tu piel «se queja» al rato de estar expuesta.

Uso del retinol de día, en verano y SPF

Esta fotosensibilidad nos lleva a uno de los puntos más importantes y también a dudas muy comunes sobre si se puede usar en verano o no.

Si vas a usar retinol hazte a la idea de que el protector solar es obligatorio todos los días, no sólo aquellos en los que lo apliques. Bueno, el protector solar es obligatorio siempre. Si no lo usas, todo el dinero que te gastas en serums y tratamientos para mantener la piel bien, es dinero tirado a la basura.

Aplicamos el retinol por la noche porque es un producto que se degrada con el sol y si lo aplicamos de día perdería efectividad. Por eso la mayoría vienen en envases opacos. Pero no hacen que nuestra piel sea más propensa a quemarse que si lo usamos de noche.

Y ¿puedo seguir usándolo en verano? Depende mucho del tipo de producto que usas y de la actividad que vas a hacer. Como hemos visto el retinol hará que tu piel tolere menos estar al sol, pero esto es más acentuado con producto potentes. Con los más suaves no notarás esa sensibilidad.

Como norma general siempre es bueno ser prudente. Si vas a irte a la playa durante una semana, es mejor que dejes de usar el retinol unos días antes, durante tus vacaciones y unos días después de la vuelta. Pero las semanas de verano en las que tu ritmo sea el normal de trabajo, puedes seguir usándolo.

Si estás con retinoles potentes, es mejor que cambies a uno más suave. Aún no estamos en verano, pero los días que ha hecho mucho sol y he estado al aire libre, si he notado que mi piel se quejaba. No me he quemado ni me han salido manchas, pero si me la he notado al día siguiente algo más sensible. Por eso en cuanto empiece el buen tiempo de verdad, dejaré de usar el retinol al 1% de ahora y cambiaré a uno más suave. Y si veo que aún así noto mi piel sensible, dejaré de usarlo hasta que acabe el verano.

Incompatibilidades del retinol

Acabamos con la lista de ingredientes que podemos o no usar a la vez que el retinol. Cuando estamos empezando a acostumbrar nuestra piel a este ingrediente, es importante que retiremos de la rutina los ácidos: la vitamina c, los AHAs y el BHA. Pueden ser demasiados activos para nuestra piel a la vez.

Pero eso no quiere decir que no se puedan usar a la vez. De hecho, hay marcas que en sus productos mezclan varios de estos con el retinol, aunque siempre suelen ser en muy bajas concentraciones.

Cuando veamos que nuestra piel ya se ha acostumbrado al retinol, podemos ir reintroduciendo estos activos poco a poco, mejor en los días o rutinas en los que no usemos retinol.

Uno de los errores que cometemos con el retinol es pensar que también exfolia la piel, ya que asociamos la descamación que a veces ocurre con la exfoliación. Pero el retinol no tiene casi ese efecto. Lo que hace es, entre otros beneficios, acelerar la renovación celular, con lo que nuestra piel produce células nuevas y sanas a un ritmo más rápido y se ve mucho más sana y joven, pero también produce más células muertas, por lo que necesitamos ayudar a la piel a eliminarlas. Así que es incluso recomendable usar algún AHA o BHA para ayudar a exfoliarlas.

Y hasta aquí esta segunda parte de la serie del retinol. En la primera veíamos los beneficios que tiene, cómo actúa y si puedes usarlo o no. En esta hemos visto cómo usarlo, y en la tercera parte os hablo de los diferentes tipos de derivados de la vitamina A que hay, y vamos a entender las diferencias entre los productos que podemos encontrar en el mercado.